viernes, 4 de diciembre de 2015

SEPULTURA DE JULIO VERNE, hasta el infinito y más allá

   Julio Verne nace el 3 de Febrero de 1828 en la localidad francesa de Nantes y en el seno de una familia burguesa. Tuvo una juventud difícil por culpa de un padre intransigente que coartó su gran sueño de ser marino para que heredara su despacho de abogados, pero que no logró matar una imaginación desbordante que  el joven volcó, durante toda su vida, en auténticas joyas literarias. El público juvenil quizás sea el que más las ha disfrutado, pero sus libros no iban específicamente dirigidos hacia él, sino para lectores adultos.
   Aunque aún hoy se sigue hablando con pasión de su condición de “Iluminado”, Verne negó en vida poseer ningunas dotes proféticas. Según sus propias palabras “Todo es simple coincidencia. Yo no he inventado nada”. Lo cierto es que sus obras eran de una erudición muy notable y por tanto, estaban basadas en un estudio exhaustivo de la época que le tocó vivir y de los inventos que aparecían en aquel tiempo y en el pasado. Si se obvia esto, no es extraño que se le conceda la consideración de “Iniciado” cuando en el siglo XIX adelantó, en sus relatos, viajes a la luna, navegación subpolar, auge de los Estados Unidos, nazismo, etc. Mientras no se demuestre lo contrario, yo me quedo con su palabra.
   Verne muere en Amiens, al norte de París, el 24 de marzo de 1905. La escultura que cubre su sepultura fue instalada dos años después. El autor era el escultor y amigo íntimo del escritor, ALBERT DOMINIQUE ROZE (1861-1952). Nacido en Amiens, dejó un número considerable de obras en los espacios públicos de su ciudad natal,
   Se trata de una tumba de piedra y mármol, a la que se le dio el nombre de “Hacia la inmortalidad y la eterna juventud”; aunque esta frase no figura en el sepulcro, queda completamente explícita nada más contemplarlo. Un Verne fuerte y lleno de vida emerge de la tumba, con el brazo elevado hacia el cielo, el sudario desprendiéndose de su cuerpo y empujando la lápida pentagonal que lo tenía prisionero en la tierra con la fuerza de su renacimiento. Al lado de su nombre, una palmera, símbolo de la inmortalidad.
   Esta bellísima tumba sufrió años y años de abandono, hasta que las autoridades de Amiens deciden restaurarla en 2012, quedando inaugurada su remodelación en febrero de 2014.



jueves, 3 de diciembre de 2015

VIAJE A EDIMBURGO: el lado luminoso y el lado oscuro

Bien descansadas y dispuestas, nos enfrentamos a nuestro primer día real en la ciudad. Como novedad en este viaje, nos decidimos a "contratar" un par de tours con Sandeman's  (empresa presente en múltiples ciudades europeas donde al final del tour pagas lo que crees justo; no tienen tarifas preestablecidas). Al ser un tour "gratuíto" no es necesario reservar plaza, pero nosotras por si acaso llevábamos la reserva hecha por internet; en el mundo turisteo toda precaución es poca (http://www.newedinburghtours.com/es/tours-diarios.html).
La visita dura más o menos 3h y desde nuestro punto de vista es totalmente recomendable, ya que te recorres toda la Old town en una mañana. Y si, como en nuestro caso, es el primer día del viaje mucho mejor, porque te permite hacerte una idea de la ciudad y pensar que te apetece visitar en profundidad más tarde si tienes tiempo. Nuestro guía, Marcos, encantador, un gran contador de historias que salpica continuamente con anécdotas y leyendas.
Castillo de Edimburgo visto desde Grassmarket

Desde la Catedral de St. Giles, hasta el Cementerio de Greyfriars ( peaso chaparrón el que nos cayó encima!!),pasando por Grassmarket y sus historias de ahorcamientos, vistas del Castillo y breve repaso por la monarquía escocesa, paseos por Victoria St. y sus diversos callejones (closes)...Imposible recordar y plasmar todo lo que vimos y prendimos durante la mañana. Simplemente, nos encantó!
Después del recorrido expres por el centro de la ciudad, ya nos empezaba a entrar el hambre, así que sin más nos fuimos a un pub en la Royal Mile que nos había recomendado nuestro guía : The Royal Mile Tavern. Como mi hermana ya hizo una entrada superchula hablando de bares escoceses...nada que añadir ( http://elblogmascaserodelmundo.blogspot.com.es/2015/11/de-bares-por-edimburgo-by-lara.html )
Después de comer, nos dimos un paseo por la Old town. Hicimos una visita al Museo de los Escritores (Lady Stair's Close, Lawnmarket), más que nada porque era gratuíto (las buenas costumbres nunca se pierden). Bah!nada del otro mundo; será que no somos almas sensibles, hay que entender que en el cole no se suele estudiar a Walter Scott o a Robert Burns. Eso sí, la pequeña mansión en la que está ubicado  y la coqueta plazoleta en el exterior merecen la pena (unas fotucas muy amazing).
También entramos en la Catedral de San Gil (así! a lo español), donde hay una réplica de la banqueta que Jenny Geddes arrojó en 1637 al deán de la iglesia, el día que este intentó introducir ritos de la Iglesia Anglicana (en Escocia son mayoritariamente presbiterianos), comenzando así una gran revuelta en Edimburgo (Educo a la vez que entretengo). Bonitas cristaleras y capillas, todo ellos a pesar de la falta de figuras de Santos (una no se acostumbra a tanta sobriedad religiosa).
El corazón de Midlothian (al lado de San Gil)

Tranquilamente regresamos al apartamento para hacer la compra y abrigarnos un poco más, ya que a las 18:30 teníamos nuestro siguiente tour turístico: El lado oscuro (http://www.newedinburghtours.com/es/tours-diarios/el-tour-de-los-fantasmas-de-new-edinburgh.html ) En este caso en concreto ya no es gratis; al contratarlo por internet nos costó 12 euros ticket normal/ 10 euros estudiante. Como dato maligno, he de decir que al legar al punto de encuentro no comprobaron nada de nada, así que podíamos haber sido todas estudiantes tranquilamente (no estoy dando ideas. Muahahahaha!). También se pueden comprar los billetes in situ, aunque se pagan en libras, por lo que, de manera general, el cambio te pega una hostia tremenda.
Como el propio nombre del recorrido indica, esta visita está llena de historias tenebrosas, truculentas, sorprendentes sobre todo muy oscuras. Ayudan mucho los estrechos callejones edimburgueses y la noche cerrada (sí amigos, en estas latitudes se hace de noche antes de que te de tiempo a decir haggis!). Muy, muy entretenido. Se recorre más distancia (abstenerse los vagos patológicos); South Bridge, Calton Hill (la subida a esta colina se hace totalmente a oscuras), la escalera de Jacob (por donde los traficantes de cadáveres pasaban para llevar los cuerpos a la Universidad de Medicina sin que nadie los detectara)...
Entrada a las escaleras de Jacob
Vistas desde Calton Hill

Cementerio de Canongate (donde está la tumba de Adam Smith, padre del capitalismo. Maldito seas Adam Smith!!!)...Al igual que por la mañana, imposible acordarse de todo. Genial para descubir para descubir la otra cara de Edimburgo. 
Agotadas totalmente, directitas a cenar, reposar y a recargar las pilas para el largo día que nos esperaba.