domingo, 3 de diciembre de 2017

VIAJE A ROMA: VINI, VIDI, VICI

A primerísima hora de la mañana cogimos un bus para ir directas al Coliseo. Todo bien, si no fuera porque el conductor se saltó la parada y se montó un pollo italiano de película con un señor romano ofendido hasta la médula. (NOTA1: el insulto "¡deficiente!" suena igual en italiano que en español)
¡Bien! empezamos el día caminando un Km. de más por culpa del sistema de transportes. Una vez llegamos al Coliseo (cabreadas), ya todo fue mucho más fácil. Habíamos hecho la reserva por internet para Foro-Palatino-Coliseo, por lo que la cola para entrar fue superbreve; hay una cola especial para la gente que va con reserva. Si por un casual vas sin entrada ni nada por el estilo, me consta que es mejor sacar la entrada en el Foro (hay menos cola normalmente). Los precios son: 14€ la entrada normal (12 + 2€ por reservar on-line) y 9,50€ (7,50 + 2) la reducida (hasta los 25 años). El no esperar largas colas tiene su precio.
Pasen a ver el circo!
Comenzamos con la visita citando a Máximo Décimo Meridio en Gladiator (O BLI GA TO RIO)


Nosotras, que somo muy listucas, llevamos una audioguía "pirata" descargada en los móviles. El precio de la oficial es de 5€. Sea de una manera u otra, es imprescindible llevar algo que te guíe y te explique (cobre todo para el Foro). 
Recorrido el famoso circo, visita a la tienda de regalos incluida; salimos a admirar el Arco de Constantino y nos dirigimos a la entrada del Foro. Allí...infinitas cosas : Basílica de Majencio (¡monumental!), Casa de las Vestales (mágica), Templo de Saturno, Columna de Focas...y sigue y sigue y sigue. 
Vestales
Una maravilla de viaje en el tiempo; si te logras abstraer, te ves transportada a la Roma Antigua.

(NOTA2: !No olvidarse de llevar agua¡ y si tenéis sitio en el bolso, unas gominolas o algo para picar; el recorrido es largo y no hay sombras ni nada de na.

Cuando acabamos con el Foro, ya teníamos unas ganas tremendas de café,pero...¡nada chico!Que los antiguos romanos no lo conocían. Así que, pasito a pasito, acabamos en la colina del Palatino; casas de Augusto y Livia, Criptopórtico de Nerón (que suena a la leche, pero ye un túnel), jardines farnesianos y un largo etc.
Llevábamos toda (y cuando digo toda ¡es toda!) la mañana de ruta. La máquina de café que había en el Palatino no nos había llamado mucho y ya no podíamos más. Eso sí, al salir del complejo, todavía nos liamos un poco la manta a la cabeza para buscar un sitio para comer. Nos regalamos a nosotras mismas otro kilómetro extra de caminata (somos así de detallistas). Durante la comida (en un burguer, no penséis), nos dimos cuenta que nuestro plan para la tarde no era compatible con los horarios de apertura de los monumentos; en serio, ¿qué clase de lugares cierran a las 17:00? Cundió el pánico durante unos minutos, pero al fin, conseguimos cuadrar el círculo. Desde la Plaza Venecia, cogimos el autobús 118 que nos dejó justo en la entrada de las Catacumbas de San Calixto (unas de las más grandes y antiguas de Roma). La entrada son 8€ e incluyen la visita guiada. El lugar pertenece a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, así que los trabajadores son curas. Nuestro guía, al menos lo era. Aunque... si me lo pongo a pensar...no nos lo dijo en ningún momento.
Las catabumbas son impresionantes y eso que solo te dejan ver una pequeña parte. Se hubiera agradecido un guía menos..¿cura?¿clásico?¿serio?...no sé como explicarlo. Eso sí, nos quedó claro que Dios es uno y trino (no paraba de repetirlo el señor)
Al salir, debimos estar esperando al "santo" bus más de media hora (muerte y destrucción).
Comenzaba a atardecer y tuvimos que descartar la visita a Il buco della serratura (solo tiene sentido de día. Ya lo explicaré más adelante) Como plan B, fuimos directas a la Bocca della Verità (turistada donde las halla, pero...¡hay que ir!)




Ay mamina!!




Mientras esperábamos la cola (que avanza rápido), disfrutamos de las vistas del Foro Boario y leímos los capítulos correspondientes en nuestra Lonely Planet (nunca el tiempo es perdido). Una fotina rápida en la Bocca y visita exprés a Santa María in Cosmedín (solo se puede salir por ahí, así que...)
Noche ya cerrada, caminamos y admiramos los monumentos con iluminación nocturna; en Roma son un poco parcos con la luz, la verdad. Paramos a tomar un café (literalmente no podíamos con la vida ya) y nos dirigimos de nuevo a la Fontana de Trevi y a la Piazza Navona (seguían rodando el p--- anuncio navideño.¡Caca!)
Llegado este punto...¿qué hacer?Pues...caminar más (¡claro que sí guapi!) y volver al Trastévere. Paramos otra vez en la Fraschetta para toma una Peroni bien fresquita (¡Gloria!) y elegimos para cenar un pequeño restaurante llamado Pasta e vino come 'na vorta (así, sencillito). Servicio rápido, donde te sirven unos deliciosos platos de pasta por 7,90€ aprox. Todo el menaje de plástico (parece que proliferan este tipo de lugares); quedamos encantadas; estaba todo muy rico (ahora me están apeteciendo unos macarrones. Cachis!)
Ya no podíamos más, así que nos retiramos a descansar, pero...VENI, VIDI, VICI!!

Y...como no podía ser de otra manera, la película para ilustrar el día de hoy es...Gladiator (Ridley Scott, 2000)
¿Hay algo que explicar? Russell Crowe en modo general de tropas romanas vengativo que alcanzará su venganza en esta vida o en la otra, Joaquin Phoenix de heredero falso del Imperio malo malísimo que hará lo que sea necesario para ser César y...150 minutos para disfrutar.





ANEXO (21-octubre-2018): Curiosamente y no sé de qué manera, navegando por Youtube he dado con el santo anuncio que estaban rodando en la Piazza Navona durante nuestro viaje. Que pa lo que es...se lo podían haber ahorrao. Aquí os dejo semejante maravilla:



lunes, 27 de noviembre de 2017

VIAJE A ROMA: de Barberini a San Calisto

Amanece nuestro primer día completo en Roma y a primerísima hora salimos del apartamento para coger el bus que nos llevaría a la Piazza Barberini, desde donde se iniciaba uno de free tours que habíamos reservado. Nuestra intención era pillar el bus nº63, pero con lo caótico que es servicio de transporte público de la ciudad, no lo conseguimos; así que fiándonos de nuestro gran amigo Google Maps, cogimos al final el 62 (así, ¡a lo loco!!). A partir de aquí, no voy a mencionar los transportes que fuimos usando en Roma, porque hay mil combinaciones y lo mejor es ir mirando por el móvil cual es la que más nos conviene.
Es importante comentar que en la capital italiana no existen los Tour de Sandemans; nosotras reservamos en https://www.freetourrome.com/es/ Aunque supuestamente son gratis y solo pagas la voluntad, al reservar tienes que pagar 2,50€ por persona. Si no has hecho la reserva, tienes que hacerlo in situ desde el móvil (son bastante quisquillosos con el asunto)
San Ignacio de Loyola
¡Bien!¡Comencemos! La visita guiada comienza en la ya mencionada Piazza Barberini, donde ya empiezas a ubicarte con las grandes famiglias romanas, los Papas, Bernini, Borromini y su madre querida. Pasamos por la Fontana de Trevi, la columna de Marco Aurelio (el Emperador que muere al principio de Gradiator. Dato superimportante.jajajajaj), el templo de Adriano, la Iglesia de San Ignacio de Loyola (que nos encantó, todo sea dicho.Un ejemplo perfecto de postureo low-cost. ¡Y venga trampantojos y efectos 3D!) y el Templo de Agripa (¿qué decir?IMPRESIONANTE!. ¿Se nota que estoy enamorada de este sitio?)
Foto estratégicamente sacada para que no se vea que estaban en obras.













Acabamos en la Piazza Navona, donde (¡maldita sea nuestra suerte!) estaban rodando un anuncio navideño, por lo que estaba casi toda cerrada y semicubierta de algo que imitaba a la nieve (Duda: ¿nieva en Roma?).
Al terminar necesitábamos un café desesperadamente, así que nos fuimos al Sant'Eustachio il caffè (Piazza di San Eustachio,82). Lugar superconocido y reconocido donde los capuccinos y el latte macchiato  están a 1,80€ (¡Ojo!¡En barra!. Que si los tomas en la terraza, te calcan un suplemento de 2,50 por consumición.¡Ole, ole y ole!). A parte de esta política de precios, también nos sorprendió que los cafés ya vinieran con el azúcar incorporado y con una densa capa de espuma. Si morres de la fame, tienen también bollería casera muy rica (damos fé)
Oliñas veñen
Ya recompuestas, volvimos a la Fontana di Trevi a echar nuestra moneda . Intentamos emular a Anita Eckberg en la Dolce Vita, pero con tanto turista...va a ser que no (¡¡Marcello!!¡¡Come here!!)
Paseando cual chifladas, llegamos al Monumento a Vittorio Emanuele II (!peaso de cacho edificio¡)
Que si sacamos una fotos, que si hacemos un boomerang, que si hay que subir todas esas escaleras....echamos un buen rato. Ya iba tocando ir a comer, así que nos dirigimos a tiro fijo a un restaurante con muy buena fama, La Montecarlo (Vicolo Savelli, 13); eso sí, de camino pasamos por el Area Sacra (Largo di Torre Argentina), ruinas romanas del tiempo de la República a las que no se tiene acceso, pero que se pueden admirar desde el exterior (la zona está repleta que gatos, que viven plácidamente entre las ancianas piedras).
Cuatri platis di pasti
Aterrizadas en el restaurante, no encontramos sitio en la terraza, pero en un periquete nos encontraron acomodo en el interior. Nada más sentarnos, nos dimos cuenta que se respiraba caos italiano por todas partes: camareros atareados llevando bandejas repletas de platos de pasta, mesas tan juntas que puedes compartir conversación con los vecinos, gente sentada, de pie, buscando sitio, levantándose para irse...todo esto aderezado de una buena dosis de expresiones italianas.La Montecarlo es muy conocida por sus fritos, pero como no nos apetecía mucho, nos tiramos a la pasta. Raciones muy abundantes y ricas que se mueven entre 8 y 10€. La botella de agua de 1.5l. a 2.50€ y los postres a 4€, aunque a nosotras nos lo dejaron en 3 para redondear la cuenta (!muy majos!). Por cierto, en vez de ticket, los camareros escriben los precios en el mantel! (!quedamos muy locas¡)
Recargadas  las pilas, nos fuimos a la Piazza del Popolo (antigua entrada de Roma). Subiendo cual cabras por el monte, llegamos a los jardines de Pincio donde hay unas grandes vistas de la plaza y de la ciudad. La luz a esa hora era preciosa y disfrutamos mucho de ese ratín.
Párate un rato y respira

Bajamos andando por el viale de Trinità dei Monti y arrivamos a las escaleras de la Piazza Spagna. Gente y más gente con el culo plantao en sus centenarios escalones. Nos intentamos hacer una foto homenaje a Gregory Peck y a Audrey Hepburn que quedó bastante resultona (no parece que tuviéramos a miles de personas alrededor). Vista la Barcaccia (fuente escultórica de Bernini a los pies de las escaleras), se nos planteó una duda existencial (ya íbamos cansadas): ir a la Cripta de los Capuchinos o volver a la Piazza de Barberini para ver la zona gratuita del Palacio con el mismo nombre. Como de la cripta teníamos opiniones encontradas y teníamos que caminar más, ganó la segunda opción. ¡ERROR!Por una extraña razón nos costó un triunfo encontrar la entrada (dato para navegantes: no está en la plaza) y al encontrarla...¡bah!los jardines son más bien feúcos y del edificio no se atisba mucho.Teníamos que haber ido a los capuchinos. Para la gente culta, he de decir que aquí está una de las ubicaciones de la Gallerie Nazionali d'Arte Antica.
Ya no podíamos más, después de media hora esperando el p--- bus, por fin conseguimos subirnos a uno y retornar al Trastévere (es lo único malo del barrio, que queda un pelín a desmano). A pesar del agotamiento, todavía juntamos fuerzas para entrar en una librería a golismar y a comprar algo (lo nuestro con la librerías ya se está convirtiendo en un problema). Al llegar al apartamento, nos lanzamos directas a los sofás a poner los pies en alto (¡que dura es la vida del turista!).
Descansadas, duchadas y reestablecidas, salimos de nuevo (si es que...); tocaba ya tomar algo en "nuestro" barrio. Con la ventaja de ir con recomendaciones de gente que conoce muy bien la ciudad (¡Gracias Yas!), nos fuimos directas al Bar San Calisto, en la plaza con el mismo nombre.Gran ambiente y Peroni de 33cc a 1.50€; eso sí, lucha de gladiadores para pillar mesa en terraza. Pero...¿¿qué somos??¡¡Asturianas!!. Con una mesina muy amazing y con un grupo de música en directo en la plaza, tomamos ahí unos algos que supieron a gloria. (Nota: este bar sale en una preciosa escena de la película La gran belleza)





Súbete la bragueta (lo siento)
Para cenar, y también por recomendación, elegimos la pizzería Dar Poeta (Vicolo de Bologna, 45). Pizzas muy baratinas (entre 8 y 9.50€) y caseras al estilo romano (masa fina). ¡Muy ricas!. No confundir con un pequeño local con el mismo nombre donde te venden pizza al taglio (en porciones).
 Poco más me queda por decir de este gran día. Como pudimos regresamos al apartamento para descansar y hacer la digestión. Ave, Caesar, morituri te salutant.

¿Y con qué película ilustro el día de hoy? Pues...como no puede ser de otra manera... La Dolce Vita (Federico Fellini, 1960). Marcello Rubini (Marcello Mastroiani), es un periodista de la prensa rosa, que se dedica a compartir tiempo y espacio con la alta sociedad romana. Desencantado y hastiado, se va encontrando con todo tipo de personajes de esta élite social.
Inolvidable la escena (ya mencionada) de Anita Eckberg dándose en baño en la Fontana de Trevi.

Película para tomársela con calma y sosiego. Una de esas imprescindibles de la Historia del cine.


Como anécdota, menciono que la palabra paparazzi, proviene de esta película. Ya que un fotógrafo amigo del protagonista se llama Paparazzo.Como siempre, entretengo a la vez que educo.

domingo, 5 de noviembre de 2017

VIAJE A ROMA: Lost in Trastévere

¡¡Otro año y otro viaje!!!Maravilla la llegada de Octubre siempre.¡¡¡¡Nos vamos a ROMAAAAAA!!!! Como casi todas nuestras aventuras, esta comienza en un coche de camino a Santander. Podría parecer que ya me tengo que saber el camino de memoria, pero...¡nop!Por decimoctava vez me perdí de camino. ¡A Dios pongo por testigo que algún día llegaré a la primera! Dejamos el coche en http://parkingparayas.es/  (fieles hasta el fin).
Antes de pasar los controles del aeropuerto, hay un stand con una "amable" chica, donde te ofrecen transporte del aeropuerto de Ciampino a la ciudad (Estación de Termini) y viceversa por unos 8,90€; más o menos te ahorras algo más de un euro respecto a comprarlo en Italia. Como dato, aporto que el precio de un taxi del aeropuerto a Termini no debería de pasar de 30€; por si alguien prefiere la comodidad al ahorro.
Una vez llegamos a Ciampino, vemos que la oficina de Terravision (la empresa a la que contratamos el transporte) está cerrada. ¡¡No problem!!¡¡Que no cunda el pánico!!. Al salir ya se visualiza la parada de los autobuses y allí, ya te cambian el recibo que te dan en Santander por tickets reales.
El trayecto hasta Roma dura unos 45 minutos; si os coincide hacerlo de día ya podréis apreciar ruinas a lo largo de todo el viaje.
Trastévere de mi corazón
Una vez en Termini hay varias opciones para desplazarse hasta el Trastévere (precioso barrio donde habíamos encontrado alojamiento). Se puede ir caminando hasta el Coliseo y allí coger un tranvía (creo que el nº8), se puede contratar un taxi o se puede pillar un bus. Por consenso absoluto, escogimos la caja nº3. El bus H te lleva directamente a la entrada del Trastévere y las paradas están justo al lado de la estación ordenadas por un correcto orden alfabético. Lo de la compra de tickets para el bus...bueno, ya trataremos ese tema más adelante, pero si se quiere ser legal ante todo, hay kioskos y estancos donde los venden. Después de 6 paradas y de descubrir que el tráfico de Roma da terror al pánico, llegamos a la parada de Cossini.
Como no enamorarse


Diez minutos carruchando las maletas por un empedrado imposible y esquivando turistas y...habíamos llegado a casa!!Por un momento  no teníamos claro si estábamos participando en Pekín Express. (¡¡¡¡¡¡La bolsa estanca!!!!!!!)
Como en viajes anteriores, habíamos alquilado el apartamento por la tan odiada últimamente Airbnb ( https://www.airbnb.es/ ). El apartamento se encontraba situado en una calle tranquila dentro del bullicioso barrio y nos pareció tan bonito y cómodo que casi se nos saltaron las lágrimas (llevábamos demasiado tiempo viajando).
Duérmete niña...duérmete ya....

Pon un Smeg en tu vida

Detallinos de nuestra anfitriona (maja ella)

 Vale, ¡realmente estábamos en Roma!¡¡Que emoción!!* Pero antes de nada, teníamos que ponernos mundanas e ir a la compra; aunque nos habían dejado en el apartamento una minidespensa de lo más amazing. Como ya rondaban las ocho de la tarde, muchos supermercados estaban ya cerrados (esto en España no pasa), así que guiadas por el GoogleMaps llegamos a un Carrefour Express (vía Carlo Tavolaci). ¡¡Bueno!!!Caro NO, ¡lo siguiente!¡Oyoyoyoyoyoyoy! Flipamos en colores con esos precios ( ¿el Carreflú no suele ser barato?) ¡¡Porca miseria!! (totalmente metidas en el papel). Después del shock y de dejar la compra en casa, salimos a disfrutar del ambiente trasteverino. Amor a primera vista.
Acabamos cenando en un pequeño bar/restaurante llamado Fraschetta Caroamico (Vicolo de'Cinque 44/55). La cerveza Peroni de 33ml a 1.50€ (precio impensable en la mayoría de los bares romanos) y las pizzas caseras a 8€. Nosotras probamos la vegetal (con berenjena y calabacín) y la de tomate y bacon. ¡¡Buenísimas!!. Gran ambiente, música muy chula y servicio atento ¿pa qué quieres más? Ah!, no cobran ni por cubierto ni por servicio (práctica muy extendida en Italia); también puede ser porque el menaje casi al completo es de plástico. Más adelante descubrimos que este modus operandi es habitual en el mundo del turismo italiano.
Rico, rico y con fundamento
Al salir del restaurante contentas y llenas, cuadramos el círculo y nos lanzamos a un gelatería que estaba justo enfrente (Cremi gelateria artigianale).Helados artesanos con un sabor a fruta que te dejaba toa loca.
Con vistas al día de mañana, nos fuimos rodando a casa, eso sí, dando un pequeño rodeo para disfrutar del ambiente.

Para ilustrar el día a día de nuestro tour, iré poniendo tráilers/escenas de grandes películas ambientadas en la Ciudad Eterna y ¿cómo no? La primera primerísima tenía que ser Vacaciones en Roma (William Wyler,1953). Una princesa de visita oficial en Roma (Audrey Hepburn), se escapa de todo el boato y se encuentra con un periodista norteamericano (Gregory Peck), con el que recorrerá la ciudad en unos días inolvidables. ¿En serio?¿No la habéis visto?¿A qué esperáis?




*NOTA intrascendente:  La emoción era real, a pesar de que las 4 ya habíamos estado antes en Roma en sendos viajes de estudios. Lo que uno aprecia con 17 años, no tiene nada que ver con lo que aprecia más adelante.

sábado, 7 de octubre de 2017

Retrovisor lector (VIII), by Lara

Recordamos a nuestros señores clientes que los packs de retrovisores lectores están totalmente exentos de impuestos y de spoilers. Disfruten de su estancia y digan no a la drogas.

1- El amante japonés- Isabel Allende (2015)

*Resumen, por favor 

La historia de amor entre la joven Alma Velasco y el jardinero japonés Ichimei conduce al lector por un recorrido a través de diversos escenarios que van desde la Polonia de la Segunda Guerra Mundial hasta el San Francisco de nuestros días.
«A los veintidós años, sospechando que tenían el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras más intentaban agotarlo, más imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno.»

*¿Y qué tal?

Me encontraba yo vacía de apetencias para leer, sin saber qué género, qué trama o qué color de portada, hasta que me encontré con esta novela de Isabel Allende que tenía en mi haber desde hacía tiempo.
Nos adentra esta historia en la vida de Alma Velasco con su infancia un tanto rota, con sus viajes, con las nuevas personas que conoce, con Ichimei, con su adultez y la residencia Lark House, con Ichimei otra vez…en definitiva nos cuenta una historia al estilo Allende, sin grandes pretensiones, pero con fluidez. Allende siempre es buena opción para vacíos lecturiles

2- Legado en los huesos- Dolores Redondo (2013)

*Resumen, por favor

El juicio contra el padrastro de la joven Johana Márquez está a punto de comenzar. A él asiste una embarazada Salazar, la inspectora de la policía foral que había resuelto los crímenes del llamado sembraron de terror el valle del Baztán. había reunido las pruebas inculpatorias Medina, que imitando el modus operandi había asesinado, violado y mutilado a adolescente hija de su mujer. De pronto, el juicio debe cancelarse: el acusado suicidarse en los baños del juzgado. Ante la enfado que la noticia provoca entre Amaia es reclamada por la policía: el dejado una nota suicida dirigida a la inspectora, que contiene un escueto e inquietante


*¿Y qué tal?

Nos encontramos aquí ante la segunda parte de la trilogía del Baztán que comenzaba con “El guardián invisible” (sí, esa película protagonizada por Marta Etura). Y, por supuestísimo, ante un libro de asesinatos. 
Como siempre, voy a ser sincera con la fuerza de los mares, la primera entrega me pareció un libro muy entretenido que me hacía consumir hojas sin parar (pd.: la película está bastante bien adaptada), pero esta continuación la he vivido por fascículos emocionales. Me explico: al principio me parecía un rollo que conseguía leer de 10 hojas en 10, después de muuuuchas páginas le comencé a ver el truquillo y lo notaba pasable, hasta que ya en las últimas hojas mi cara debía ser algo así. Demasiadas historias entrecruzadas y sin entrecruzar que te hacen perder el hilo de lo que realmente es importante (tengo que decirlo: trama juez Marquina, ¿wtf?). Creo que mi recorrido por el Baztán se queda en esta segunda etapa.  

3- Me llamo Lucy Barton- Elizabeth Strout (2016)

*Resumen, por favor

En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice.
En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.


*¿Y qué tal? 

La verdad verdadosa es que no sé qué decir ni qué pensar de este libro. Andaba yo en búsqueda de un libro ligerito, de no muchas hojas y de no mucho pensar y me encontré con este que, así de primeras, respondía bastante bien a mis súper exigencias.
Nos cuenta la historia de Lucy Barton, de su infancia, de la relación con sus padres, de su marido, hijas…un picadito de su vida. Pues bien…digamos que después de leerlo me encuentro en el mismo estado emocional que tenía antes de empezarlo. Según leía me daba la misma sensación que estar viendo una película francesa el domingo por la tarde; que sí, que la historia te entretiene y sigues viéndola, pero es que le falta chicha por todos lados. No diré que es un mal libro, diré que ni fu ni fa.