Bueno, como parece que mi vagancia no tiene mucho remedio, me voy a poner directamente con el tema. Después de un "agradable" (la ironía que la ponga cada uno a su gusto) viaje en autobús, llegamos a la estación de Bilbao (Termibus). Como no teníamos muy claro donde estaba la estación de Metro más cercana (NOTA: estaba al laíto), cogimos un urbano que nos dejó casi al lado del apartamento. Monísimo por cierto: Fotinas aquí. Una vez hecha la compra e instaladas del todo, nos fuimos paseando hasta el Museo Guggenheim. Con el día de luz y calor que nos regalaba la ciudad, pudimos disfrutar viendo a Puppy, a los tulipanes de Koons, a la gran araña ("Mamá" de Bourgeois) y paseando por la orilla del Nervión.
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| Puppy en "persona" |
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| las nubes empezaban a conspirar |
NOTA1: Al lado del "perrín" hay una oficina de turismo.Mapas, venid a mí!!
Avanzando, llegamos hasta el puente de Zubizuri (olé tú, Calatrava!). Poner moqueta a un puente con el suelo de cristal, porque la gente se esmorra cuando llueve... está en el Top Ten de chapuzas históricas.
Aprovechando el solete, hicimos parada para tomar algo en la Plaza Pedro Esguillor; caña a 2,55 euros (ou yeah!).Vamos a ver bar Lepanto, por ese dinero, bien podíais servir en la terraza o hacer el pino-puente mientras echáis la cerveza.
Ya anocheciendo, nos acercamos a la Ahóndiga, ahora llamada Azkuna Zentroa; un gran centro cultural restaurado en los dosmiles (cuando éramos ricos).Más adelante hablaré de este lugar, ya que nos encantó y días después hicimos visita guiada.
Nueva parada para unas cañas y unos pintxos en un bar al lado del apartamento (La sausería) y a reposar!
Os dejo con una de mis canciones favoritas de McEnroe, un grupo bilbaíno (creo que son de Getxo) que descubrí relativamente hace poco.
