Pero claro, todo es muy sencillo cuando quieres tomarte uno en casa o en la ciudad/pueblo en donde vives, vas "a tiro fijo", sabes lo que pedir y, lo más importante,sabes cómo pedirlo. La aventura llega cuando te sales de esa zona de seguridad cafetera y rebasas las fronteras del entendimiento (osease, te vas al extranjero). El hecho de conseguir que te pongan a la primera, por ejemplo, un café con leche simple, sin complicaciones, media de leche media de café, se convierte en una proeza. Por ello, y como homenaje al café, os muestro las victorias y no tan victorias cafeteras que hemos vivido en tierras lejanas.
BÉLGICA
Bruselas, la ciudad cuyas calles huelen a gofre. Dulce y café pegan de toda la vida, la cosa apuntaba a que la misión iba a ser sencilla. Pero...nuestro gozo en un pozo. El hecho de dar a entender que quieres un café con leche no resultó difícil, el problema llegó con el primer sorbo...¡CAFÉS AGUADOS!oyoyoyoyoyoyoy!!!.Mucha espuma, muchas vistas bonitas, mucho nosequé, pero aquello tenía un regusto a agua que quitaba todo el encanto.
ALEMANIA
País cervecero por excelencia. Las tabernas llenan las calles. Nosotras nos fuimos de viaje cuando comenzaban los mercadillos y festejos navideños con lo que ciudad se llenó de puestos y la gente estaba bastante "echada a la calle". Durante esa época es común que, en los mercadillos, se beba vino tinto caliente con algunas especias (fervidillo de tintorro para los asturianos,vaya). Pero, las ganas de café y el olor poco agraciado del tinto caliente, nos hizo inclinarnos a las cafeterías. No fue fácil encontrar cafeterías como tal (sitio en dónde se bebe café, infusiones y, si acaso, algún refresco), la cerveza gana la partida en este país. Pero una vez encontradas, poco hay que decir en contra de estas y de su café. Quizás el frío del lugar tuvo algo que ver para notar deliciosos esos cafés calientes.
HUNGRÍA
¡Pero qué bonito es Budapest! esta ciudad me cautivó. El primer día, nada más llegar encontramos una cafetería muy chula al lado de nuestro apartamento y ¿qué hicimos?pum!de cabeza entramos, of course!. Hay que decir que allí se lleva tanto el café como los chocolates calientes (quizás se inclinen un poco más hacia estos últimos) y que de ambos existen varios tipos en las cartas de los establecimientos. Es una ciudad muy económica, con lo que no esperéis grandes estafas. Y, para ser unas auténticas "budapesienses" nada mejor que acompañar los cafés con las tartas típicas de allí, la tarta Dobos (la favorita de Sissí) y la tarta Eszterhárzy (la favorita de Lara Osendi).
PORTUGAL
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