Lo más importante que hay que saber para moverse por la ciudad, es que está dividida en dos por el Danubio. A la izquierda Buda (más montañosa y residencial) y a la derecha Pest (un llano donde están todos los servicios esenciales. Más cosmopolita). Nuestro alojamiento estaba en Pest.
Nada más llegar al apartamento y dejar las maletas, salimos a conocer el barrio. Ya era de noche, y eso que el reloj apenas marcaba las 6p.m!! Primera parada, el supermercado.Parece mentira, pero uno no es consciente de lo difícil que es diferenciar la leche entera de la desnatada en otro idioma, hasta que está enfrente de 10 tipos diferentes de tetrabricks (el húngaro es un idioma infame). Y no digo nada de las botellas de agua!!(por el método de ensayo-error y por observación del medio, descubrimos que el agua normal es la del tapón rosa. Si alguien le encuentra sentido al código de color, por favor, que me escriba). Después de enfrentarnos a una cajera húngara estresada y cabreada (versión internacional de las cajeras del Día%), decidimos que nos merecíamos un café (Budapest es conocida por el gran número de cafeterías que tiene). Acabamos en una cafetería llamada Mozaik, a la que entramos por que nos encantó la decoración (somos así de superficiales). Allí nos dimos cuenta de algo que luego fue la tónica que siguieron los demás establecimientos que visitamos : si pides "hot chocolate"...te dan un "cola-cao" muy cargado (extraño cuanto menos); en todo el viaje, solo nos dieron chocolate caliente de verdad en una cafetería. Pero, a parte de esta mierda de apunte que hice, el Mozaik era precioso, decorado muy oriental, con todas sus paredes con anotaciones y dibujos en tiza; gran ambiente y vajilla mu resultona (sí, me suelo fijar en este tipo de cosas); hasta dejamos huella en su libro de firmas!!
Ya agotadas y con los pies hinchados, decidimos ir a cenar al apartamento, y descansar para empezar el turisteo del día siguiente con todas la fuerzas del mundo!!
Continuará...
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