Por fin, hoy teníamos el día entero para nosotras, sin planes preestablecidos. A primera hora salimos del apartamento para ir directas a la estatua dedicada a Sherlock Holmes (Picardy Place); en un edificio (ya derruido) de está plaza nació el creador del gran detective, Sir Arthur Conan Doyle. Acto seguido, caminando por la York Place llegamos al Monumento a Melville (para ser del todo sinceras,no tenemos ni idea de quién fue este señor. Avergonzadas nos encontramos) y al Monumento a Scott (Princes Street Gardens). Este último es una torre de estilo gótico (en piedra negra) y el mayor monumento dedicado a un escritor. En Escocia hay un gran amor y reverencia por sus literatos (igualito que en Españ...jajajajajajajaja). Desde este punto, subimos hasta la esplanada que hay justo delante del Castillo (menudo airusco nos dio allí!). Paseando por la empedrada ciudad, llegamos al Cementerio de Greyfriars, ya que el primer día con la visita guiada solo lo habíamos visto por encima. Para esa hora , parecía que el sol se quería asomar algo y un suave viento hacía que las hojas de los árboles descendieran lentamente; Un paseo muy agradable, a pesar de hacerlo entre tumbas centenarias.Ahora sí le pudimos sacar fotos al colegio en el que se basó J.K Rowling para crear Howards (hay una buena vista desde una de las verjas del recinto) Como ya estábamos metidas en tema y nunca perdonamos la hora del café, la decisión fue sencilla : "Al Elephant House!!"aquí la ya mencionada escritora dio vida a Harry Potter, por 2,45 libras el café con leche....ya le podía dar vida, muerte y resurrección (so madre!!) Al salir de
cafetería, como parecía que amenazaba lluvia, nos metimos en el Museo Nacional de Escocia (Chambers Street). Nos lo pasamos como enanas, de hecho, solo interactuamos con las actividades para niños (siempre fuimos algo infantiloides). La entrada es gratuíta y merece mucho la pena, tanto para tomárselo en serio como para tomárselo en broma. Las vistas desde la azotea son geniales.
Ya iba llegando la hora de comer y callejeando, acabamos en The tron (Hunter Place), pub con historia donde por una hamburguesa (de las de verdad), patatas y una pinta de cerveza nos cobraron 6,45 libras (de luxe)
Después de comer, intentando cambiar euros por libras fuimos a dar al Waverley Bridge (del lado de Princes Mall), donde hay una casa de cambios sin comisiones. Ya que estábamos de ese lado de la ciudad, nos dedicamos a pasear por Princes Street, con visita al M&S (superbritánico) y por Rose Street. Dejándonos llevar por la animación de estas calles, nos fueron entrando ganas de tomar un algo. Lo que no tuvimos en cuenta, es que ese mismo día, a esa misma hora era la final del Mundial de Rugby (seriuly??).Para ponerlo en perspectiva : os acordais como estaban los bares de esta nuestra España en la final del Mundial de Sudáfrica???Pues esto igual, pero con escoceses de dos metros hasta arriba de cerveza y whisky (#muerteydestrucción). Intentamos tomar algo en The Standing Order (George Street), un pub situado en un antiguo banco (de dinero, no se sentarse). Im-po-si-ble! (en mi vida me sentí más pequeñita). Acabamos en un lugar llamado The Rose St. Brewery (caña a 1.75. Nos vale!)
Cerveza Tennents (caña aquí!!)
Tranquilamente, después de ver anochecer a eso de las 16:35 p.m (ufff), fuimos subiendo de nuevo a la Old Town. Paseo va....compra de bufanda de lana escocesa viene....acabamos en un pub llamado Biddy Mulligans tomando sus correspondiente cervezas tranquilamente en la terraza. Ya comenzábamos a ver gente disfrazada. No lo había mencionado??A parte de la final del mundial de rugby, también era el día de Halloween!!
En torno a las 19:00h. nos intentamos hacer un hueco en una Grassmarket ya abarrotada, para ver el festival del Sanhuinn ( http://beltane.org/samhuinn-fire-festival-2015/ ). A grandes rasgos, es la recuperación de la fiesta pagana anterior a Halloween donde el Otoño saliente se pelea con el Invierno entrante (que nadie me lapide por este resumen mierder!)
Entre que veíamos más bien poco donde conseguimos encajarnos, la ignorancia sobre la temática del festival en sí y aspecto de desfiles perroflaútico que tenía aquelo....en fins, que como buenas españolas, teníamos claro que allí faltaba música y color por todas partes. Sabrán beber, sabrán cantar bonito, pero organizar una fiesta......
apartai que queimo!
Mareadas de tanto fuego y tanto disfraz cutre (en serio, con los dedos de una mano contamos los disfraces currados y bonitos que vimos), tocaba hacer parada en boxes. Directas al Finnegans (Victoria St.), pub recomendado por varias personas que no decepcionó. Tras un intento fallido de tomar algo en el Frankenstein (pub superconocido situado en una iglesia) el ambiente de fiestón verbenero no encajaba con nuestras pintas de turistas, acabamos cenando en un pizzaHut (escocés, escocés). Derrotadas y agotadas nos volvimos a casa esquivando todo tipo de especímenes disfrazados.
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