martes, 6 de diciembre de 2016

VIAJE A BERLÍN: Sandemans y Reichstag

Al amanecer de nuestro primer día real en Berlín y sin una triste galleta en el apartamento, paramos a desayunar en una pequeña cafetería que se encontraba justo al lado del "pisín" (MarcAnn's); donde por unos 3,70 euros tomamos café (las tazas en esta ciudad son de litro!) y croissant recién hecho.
Desayuno de campeonas
A las 11:00, justo en frente de la puerta de Branderburgo, comenzamos nuestro free tour con Sandemans ( http://www.neweuropetours.eu/ ). Nunca me cansaré de recomendar estas visitas guiadas; son la mejor manera de situarte en una ciudad y de empaparte de historias. Por delante, 3 horas de recorrido guiado por el centro histórico de Berlín. Empezamos por la propia Puerta y sus edificios colindantes (el hotel Adlon, bancos de renombre, aseguradoras todopoderosas...) Siempre tomando como referencia la división de la ciudad, vertebrada por los restos del muro de Berlín, una clase de historia imprescindible, que nos llevó desde el Imperio Prusiano hasta la reunificación de Alemania en 1990.
Mírala, mírala, mírala...
Nos fuimos directos (éramos un grupo de unas 15 personas) al Monumento al Holocausto (un campo ondulante sembrado de bloques de hormigón, 2711 para ser exactos, donde ninguno es igual al anterior.). A pesar de la aparente falta de majestuosidad, te deja sin palabras.
Paseando tranquilamente bajo un sol que calentaba más bien poco, nos paramos delante de un parque (bastante cutre) donde en tiempo de la II Guerra Mundial estaba el bunker de Hitler. Según nos contó nuestro guía, las zonas subterráneas están intactas, pues resultaba muy dificultoso retirar los enormes muros de hormigón. Supuestamente, no se hizo nada especial en esta zona, para evitar que se convirtiera en  un lugar de peregrinaje para los neonazis. Igualito que lo que hicimos en España...ejem.
En nuestro deambular grupal, pasamos por uno de  los lugares donde se conserva un trozo de muro ubicado en su lugar original, uno de los pocos edificios nazis que aún continúan en pie (a día de hoy es la sede del Ministerio de Hacienda (¿en serio Alemania???), el mítico Check-Point Charlie (reconstruído y adecuado para los miles de turista que se paran a hacerse una foto), la Gendarmenmarkt o la Bebelplatz (lugar donde en 1933 el Partido Nazi organizó la ya tristemente famosa quema de libros)
Después de una parada técnica para comer (fast food is coming), tranquilamente nos dirigimos al Reichstag, donde teníamos una visita previamente concertada por internet  ( http://www.bundestag.de ). Las visitas son gratuítas, pero es muy importante reservar al menos con dos días de antelación.
Con puntualidad alemana y pasando diversos controles de seguridad, nos recibió nuestro guía, con el que recorrimos de arriba a abajo el Parlamento. Constatamos que los alemanes están superorgullosos de su democracia (igualito que en Espajajajajajajajajaja)
El águila os vigila

la cúpula

Desde mi punto de vista, esta visita es uno de los imprescindibles de la ciudad. Después de aproximadamente hora y media de recorrido con guía, nos dejaron libres para ir a ver (por dentro y por fuera) la cúpula de parlamento. Justo a la entrada de ésta, hay disponibles audioguías gratuítas (eficacia alemana). En resumen, impresionante el Reichstag, Bundestag o la madre que lo parió.

DATO TRIVIAL: La reforma del Reichstag tras la unificación se puso en manos del famoso arquitecto Sir Norman Foster.

Al salir, ya de noche cerrada, nos fuimos de nuevo a la puerta de Branderburgo, donde nos encontramos con un espectáculo de luces (Festival of lights ); siempre tenemos este tipo de suertes!
De camino al apartamento, hicimos una parada en un supermercado Edeka ubicado en la estación de Friedrichstrasse. Así, a primera vista, nos pareció todo un poco caro (sobre todo fruta y verdura), excepto....la cerveza!!!!!No problem, pack de botellines de Berliner Kindl (no, no es el libro electrónico de Amazon) para acompañar la cena y....se cierra el telón.
Para ambientar nuestro viaje, iré colgando vídeos de pelis relacionadas con todas las visitas y referencias surgidas. En la primera entrada, ya colgué una escena de Cabaret (Bob Fosse, 1972); para ilustrar lo expuesto hoy, me quedo con una gran escena de El hundimiento ( , 2004). En este fragmento, encontramos a Hitler (maravillosamente interpretado por Bruno Ganz) al borde de un "esparabás" en uno de sus últimos días en el búnker.

Nota: el subtitulado del vídeo, y sin que sirva de precedente, es el real.jajajajajajaja. Que internes ha hecho mucho daño a esta peli.

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